Anton Slanzi

Nos encontramos en la verde campiña de Ferrara, entre extensiones de huertos y campos de maíz, donde las sinuosas carreteras siguen los antiguos cauces del Sandalus y el Primaro, ríos que desde la antigüedad hasta la Edad Media representaban la vía de comunicación entre el Delta, los Apeninos y el valle del Po. Los dos lagos se renaturalizaron en 2001 con el máximo cuidado para recrear un ecosistema equilibrado; las aguas son especialmente claras y las orillas se han plantado con plantas acuáticas para crear un perfecto oasis natural. En 1976, la familia Slanzi Gamper, de origen sudafricano, compró la finca de huertos Santa Caterina. El padre Giulio y la madre Leopoldina, gracias a su compromiso y amor por la tierra, transformaron la estructura, que evolucionaría en 2002 con la adquisición por parte de su hijo Anton de los dos lagos y las dependencias, para garantizar a los huéspedes una experiencia inolvidable. Del cultivo extensivo de peras y manzanas se pasó a la producción intensiva de hortalizas, frutas, piscicultura de agua dulce, gestión de la biomasa para energía y abono, hierbas aromáticas y acuáticas, mantenimiento de zonas verdes, construcción con paja, fitopurificación y elaboración de productos alimenticios como mermeladas, zumo de manzana, vinagre de manzana, vino y otros, para consumo interno en la explotación y para venta externa